Actualizado el 10/01/2024

El divorcio y sus consecuencias :

El divorcio es considerado como la principal causa de los problemas emocionales que sufren los miembros de una familia, sobre todo, los niños. 

 

Incluso, muchos especialistas afirman que los efectos del divorcio se trasladan en la vida futura de los hijos. A diferencia de tiempos pasados, hoy, las parejas llegan al matrimonio con la idea de que si no les va bien tiene la opción de divorciarse, incluso se casan firmando un contrato prenupcial de separación de bienes.

Son muy pocos los matrimonios que trata de cumplir las famosas palabras “lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”. o “hasta que la muerte los separe”.

El divorcio consiste en la disolución del matrimonio civil por diversas razones que pueden ser: diferencia irreconciliable de caracteres, enfermedad, violencia física, sexual o psicológica, entre otras. Lo cierto es que una vez divorciada la pareja, ambos pueden volver a casarse con quien deseen.

Son tantos los matrimonios que terminan en divorcio, que cada vez más gobiernos establecen leyes que facilitan y agilizan los trámites del divorcio. En muchos países, una pareja puede divorciarse en tan solo tres meses.

Si bien en un matrimonio civil participan autoridades civiles facultadas por normas vigentes y en un matrimonio religioso intervienen autoridades religiosas, en un divorcio necesariamente debe intervenir una autoridad judicial, al menos en la mayoría de países es lo que ocurre.

Esto quiere decir que solo una autoridad judicial puede iniciar un proceso de divorcio y concluirlo con la decisión de devolver el estado civil a los dos miembros de la pareja y con derechos económicos en caso de que la pareja tenga hijos.

La pareja sin hijos que se divorcia recupera su soltería y está libre para formar una nueva relación. Es decir, el divorcio significa una ruptura absoluta de la relación matrimonial de dos personas. Hace unos años, la mayoría de matrimonios que llegaba a la drástica decisión de divorciarse lo hacía por razones de infidelidad. Sin embargo, en la actualidad, la razón más frecuente para justificar un divorcio es la diferencia irreconciliable de caracteres. Asimismo, hoy por hoy, la mayoría de parejas casadas que se divorcia lo hace en menos de cinco años de matrimonio. 

La diferencia irreconciliable de caracteres se ha convertido en la excusa perfecta para divorciarse pues es más fácil de demostrar que un divorcio por motivo de infidelidad. Cabe resaltar, que todo proceso de divorcio lo tiene que iniciar uno de los cónyuges, quien se convierte en el demandante contra el otro cónyuge quien se convierte en el demandado. La autoridad judicial citará a la pareja a audiencias en las que se buscará solucionar la situación matrimonial antes de tomar la radical decisión de divorciarse. De no llegar a ninguna solución, se continuará con el proceso de divorcio.

En resumen, todo matrimonio en el que predominan los problemas y diferencias concluye en el divorcio. Generalmente, la razón por la que un matrimonio se disuelve, hoy en día, es por las llamadas “diferencias irreconciliables de caracteres”. que no significa otra cosa que falta de entendimiento mutuo en una pareja que llega a la determinación de divorciarse para evitar daños irremediables.

Image: luigi diamanti / FreeDigitalPhotos.net

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